Los descubridores de este invento fueron los ingenieros de la
Universidad de Stanford los cuales han desarrollado unas ventanas dinámicas que
pueden cambiar de transparente a opaco o al revés en menos de un minuto y no se
degradan con el tiempo. Los prototipos son placas de vidrio conductor en
esbozado con iones metálicos que se extienden sobre la superficie, es tos
bloqueando la luz, en respuesta a una corriente eléctrica. El grupo de
ingenieros recientemente presentó una patente para el trabajo, el cual fue
presentado el 9 de agosto de este mismo año en la revista Joule, la
nueva publicación de Cell Press para investigación energética y tecnología
verde.
Las ventanas dinámicas tienen el potencial de transformar nuestros
hogares, negocios, automóviles y más, reduciendo los costos de calefacción y
refrigeración o la necesidad de persianas, pero a pesar de que la tecnología
existe, todavía tiene que captar realmente en el mercado. Sin embargo
estas ventanas inteligentes ya se están vendiendo para las líneas aéreas, estas
ventanas están hechas de materiales como, el óxido de tungsteno, que cambian de
color cuando se carga con electricidad. Pero estos materiales tienden a
ser muy caros, tienen un tinte azul, pueden tardar más de 20 minutos en
atenuarse, y se vuelven menos opacos con el tiempo.
Dice el autor principal Michael McGehee: "No modificamos lo
que estaba ahí, encontramos una solución completamente
diferente". "Hemos tenido muchos momentos en los que hemos
pensado, ¿cómo es posible que hayamos hecho algo que funcione tan bien y además
tan rápido?, y ahora estamos utilizando la tecnología de vidrios.
El prototipo que utiliza Michael y su grupo bloquea la luz a
través del movimiento de cobre y otro metal en una solución sobre una hoja de
óxido de indio estaño transparente modificada por nanopartículas de
platino. Cuando son transparentes, las ventanas son claras y permiten que
cerca del 80% de la luz natural circundante pase, y cuando está oscuro, la
transmisión cae a menos del 5%. Los investigadores encendieron y apagaron
las ventanas por lo menos unas 5,500 veces y no vieron ningún cambio en la transmisión
de la luz, indicando que el diseño es durable.
Sin embargo, aún queda trabajo por hacer antes de aumentar la
escala. McGehee dice que actualmente hay un límite en la cantidad de área
que los prototipos pueden cubrir, este límite es de 25 cm2 pero hay planes para
abordar este problema. Su grupo también quiere iterar los electrodos
metálicos. El objetivo es reducir el coste del prototipo para que sea por
lo menos la mitad del costo de las ventanas dinámicas que ya están en el
mercado.
0 comentarios:
Publicar un comentario